jueves, 18 de junio de 2009

Visiones 2009. Una nueva raza de consumidores

Consumir es la gran “mala palabra” en tiempos de decadencia económica. La segmentación tradicional no es suficiente en contexto post-crisis. El Seminario de Tendencias Visiones fue el marco para entender este nuevo perfil.

Las consecuencias de la crisis contraen la economía global luego de un largo proceso de expansión, produciendo todo tipo de efectos sobre los valores del consumo y los modos de consumir. El sistema que integran la sociedad, el mercado y las empresas es interactivo y sensitivo, donde cada uno modifica al resto cuando sufre determinados cambios.

“En este momento de la historia y de la economía en que la sociedad como nunca manifiesta cimbronazos que se sienten en el resto del sistema y lo afectan” afirma Soledad Offenhenden. Para la especialista en tendencias se trata de sentarse a observar, analizar a la sociedad y estimar un diagnóstico de la situación del mercado.

“Claramente hoy consumo es una mala palabra, las personas están más preocupadas por hacer plata que por gastarla, no podemos utilizar los mismos parámetros para referirnos a un sujeto que se avergüenza o se cuida de una práctica”.¿Muerte a la segmentación?En este marco, es necesario analizar qué emergentes genera la crisis, porque si bien la práctica de consumo como tal no desaparece, sí muta y exige nuevos recortes a la hora de diseñar estrategias.

“No podemos segmentar más por nivel socio-económico, cultural o demográfico, podemos anunciar el retiro de estos conceptos al menos por ahora, en cambio sí la variable actitudinal de los sujetos, frente a las crisis o frente a nuevas realidades del entorno pueden ser útiles para pensar productos y formas de comunicación” apunta Offenhenden.

Esta misma reconceptualización del consumo exige para la investigadora dejar de hablar de meros consumidores. “Hay pluralidad de nuevos sujetos que consumen con una actitud determinada, podemos hablar de culpa-midores, eco-midores, viral-midores, descuenta-midores y así seguir las clasificaciones, es detectar que el poder ahora está en el sujeto y el mercado es quien debe ir detrás de él”.

Nuevas reglasSiguiendo esta línea algunas de las principales nuevas tendencias de consumo tiene que ver con prácticas recesivas: quien consume empieza por ejemplo a enfocar su atención a todo lo que sea descuentos y promociones mientras que también se incrementa la búsqueda compulsiva de copias de las grandes marcas, con las que ya casi no se identifican diferencias.

“Es la oportunidad de las segundas marcas de todos los rubros para pasar al frente –sostiene Offenhenden- las opciones que hasta hoy no estaban consideradas entran como nueva alternativa”. Por otra parte, una clara estrategia en crisis es equiparar el consumo aunque se trate de rubros diversos, “se suspende la noción de categoría, el consumo se restringe igualitariamente” agrega.

Por otra parte, la sustentabilidad ya se instala como una exigencia a la hora de consumir una marca, quien consume exige transparencia y le pide cuentas a las compañías de cómo produce y cómo ayuda a la comunidad y al medio ambiente.

“Es en este sentido que innovar no es como en el pasado desarrollar circuitos de producción que nos llevaran al colapso que nos llevaron, ahora es sinónimo de reciclar, transformar lo existente” enfatiza.

Hay toda una nueva generación de consumidores que insisten en participar en los proyectos de las marcas y compañías, no desde lo pasivo, sino que su opinión sea tomada en cuenta para el diseño concreto de productos y la publicidad de los mismos.

“Son la generación 2.0, participativa, hiperconectada y que no conocen distancias ni esperas, el instante rige sus vidas, así el sujeto consumidor que viene” concluyó la especialista.

Fuente: Infobrand.com.ar

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