domingo, 28 de junio de 2009

CONSUMO EMOCIONAL Y LUJO DEMOCRÁTICO, RASGOS DEL CONSUMIDOR ACTUAL

El 42% de los europeos consulta online las características de los productos que tiene intención de adquirir. Internet y las nuevas tecnologías han forjado un cambio inevitable en los consumidores, les han dado las herramientas necesarias para estar mejor informados y por tanto para ser más exigentes. La publicidad convencional ha influenciado a favor de otras opiniones más cercanas.Estas fueron algunas ideas expuestas en el seminario organizado en Madrid Los consumidores del siglo XXI: Cómo innovar desde el cliente y publicadas por Expansión. En él se dibujaron algunas de las características del consumidor actual y la postura que deben de tomar las empresas para adaptarse a sus necesidades.Aunque más que para satisfacer necesidades, los compradores ven esta actividad como una forma de ocio más. Los productos ya no son escogidos por su funcionalidad sino que el componente emocional es determinante. Los jóvenes de entre 15 y 24 años son los que con más fuerza tienen en cuenta la emotividad. Noruega, Irlanda, Reino Unido y Suecia son los países en los que esta tendencia es más acusada según un informe sobre tendencias de consumo en Europa realizado por el Grupo Experian.Además la exclusividad es otro de sus requisitos fundamentales a la hora de decidirse por un artículo u otro. Buscan diferenciarse mediante rasgos como el diseño y son los suecos los más preocupados por este detalle.Pero no sólo el consumidor ha variado sino también el concepto de lujo, no en balde el 33% de los europeos consultados declaró poder permitirse algún producto lujoso de vez en cuando. Ramón Sánchez-Bayton, director general de Experian BVusiness Strategies, explicó a la perfección el proceso a Expansión: "El concepto de lujo ha cambiado, y ya no se refiere solamente a artículos materiales exclusivos, sino a actividades que supongan un enriquecimiento personal y un aumento de la calidad de vida. El lujo se asocia sobre todo a la experiencia".Otro punto interesante del que se habló fue de la suma de los consumidores a la moda verde. Los consumidores apuestan por el desarrollo sostenible por lo que prefieren productos y compañías respetuosos con el medio ambiente: un 10% de los consumidores estaría dispuesto a pagar más si cumplen estas características y la responsabilidad social corporativa es una demanda continua para las empresas.

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